29 de Kislev del 5772-25 de Diciembre del 2011- Sexta vela de Janucá-Plaza Arenales: Día soleado y especial para pasar un momento grato al aire libre. Pero este no fue un encuentro más , sino que fue la reunión de muchas familias convocadas por el Beit Jabad de Villa del Parque –Villa Devoto, aunque por supuesto vinieron de distintos barrios.
La jornada comenzó temprano con Paseos en Trencito para los chicos, inflables y metegol. Los que así lo preferían podían admirar y votar las Janukiot artesanales que estaban en exposición o leer las revistas de Jabad Magazine y Jabad Kids que se entregaban en forma gratuita.
Los niños podían dejarse pintar el rostro con expertas maquilladoras ó pintar con lápices y crayones dibujos alusivos a la festividad en un rincón destinado para ello, mientras un altísimo hombre de zancos realizaba figuras con globos.
La diversión del circo llegó con payasos que realizaron piruetas en pequeñísimas bicicletas, en un gran monociclo sin olvidar los gags cómicos. Los asombrosos trucos de magia y de adivinación sorprendieron a grandes y chicos.
Cabe destacar que tanto los juegos (inflables y metegol), la maquilladora, los payasos, el joven de zancos y el mago forman parte del Grupo A LA MARCHANTA.
La música estuvo a cargo de Gastón Gliesztein que realizó una adaptación de la canción Omar Rabí Akiva (Dijo Rabí Akiva) convirtiéndola en Encendamos nuestro mundo. El humor judío tuvo la presencia del conocidísimo Sergio Sabielo.
No hay alegría completa sin palabras de Torá y estas fueron dirigidas por el Rebe de Luvavitch desde una pantalla gigante con un video inédito.
Luego se invitó a personalidades del colegio Hilel y del templo a prender las luminarias del gran candelabro, y los niños del colegio hicieron lo propio con una janukiá a su medida.
Como es costumbre, no podían faltar las sufganiot, el reparto de dreil, monedas de chocolate y el invitado de gala: pochoclo de Kol Simja.
Finalizando el encuentro se repartieron bolsas de juguetes, se eligieron y premiaron las tres mejores janukiot (votadas por la gente) y se realizaron sorteos entre los presentes.
Ya entrada la noche, todos volvimos a casa con un poco de alegría extra que siempre da Janucá y el poder pasar un hermoso momento con nuestros hermanos de otras kehilot.
La jornada comenzó temprano con Paseos en Trencito para los chicos, inflables y metegol. Los que así lo preferían podían admirar y votar las Janukiot artesanales que estaban en exposición o leer las revistas de Jabad Magazine y Jabad Kids que se entregaban en forma gratuita.
Los niños podían dejarse pintar el rostro con expertas maquilladoras ó pintar con lápices y crayones dibujos alusivos a la festividad en un rincón destinado para ello, mientras un altísimo hombre de zancos realizaba figuras con globos.
La diversión del circo llegó con payasos que realizaron piruetas en pequeñísimas bicicletas, en un gran monociclo sin olvidar los gags cómicos. Los asombrosos trucos de magia y de adivinación sorprendieron a grandes y chicos.
Cabe destacar que tanto los juegos (inflables y metegol), la maquilladora, los payasos, el joven de zancos y el mago forman parte del Grupo A LA MARCHANTA.
La música estuvo a cargo de Gastón Gliesztein que realizó una adaptación de la canción Omar Rabí Akiva (Dijo Rabí Akiva) convirtiéndola en Encendamos nuestro mundo. El humor judío tuvo la presencia del conocidísimo Sergio Sabielo.
No hay alegría completa sin palabras de Torá y estas fueron dirigidas por el Rebe de Luvavitch desde una pantalla gigante con un video inédito.
Luego se invitó a personalidades del colegio Hilel y del templo a prender las luminarias del gran candelabro, y los niños del colegio hicieron lo propio con una janukiá a su medida.
Como es costumbre, no podían faltar las sufganiot, el reparto de dreil, monedas de chocolate y el invitado de gala: pochoclo de Kol Simja.
Finalizando el encuentro se repartieron bolsas de juguetes, se eligieron y premiaron las tres mejores janukiot (votadas por la gente) y se realizaron sorteos entre los presentes.
Ya entrada la noche, todos volvimos a casa con un poco de alegría extra que siempre da Janucá y el poder pasar un hermoso momento con nuestros hermanos de otras kehilot.